Cada país celebra el día del árbol según sus condiciones naturales, cuando terminan los fríos o en el Caribe, que apenas hay diferencias de temperatura entre el verano y el invierno, se escoge el inicio del verano porque ya ha comenzado la temporada de lluvias y eso facilita que arraiguen los árboles recién plantados.
En Argentina se celebra el 29 de agosto. Esta celebración se realizó por primera vez en 1901, luego de que el Consejo Nacional de Educación la estableciera el 29 de agosto de 1900, gracias a la iniciativa de Estanislao Zeballos.
Los árboles cumplen un rol fundamental en nuestras vidas no solo en la selva, sino también en nuestra cotidianidad en las ciudades, tienen múltiples beneficios no solo ambientales sino también anímico.
Visten nuestras ciudades, regulan la temperatura, son hogar de múltiples aves, producen bienes y servicios, disminuyen el riesgo de inundaciones, disminuyen el efecto de las tormentas frenando el viento y dan identidad al lugar donde vivimos.
En la actualidad la Selva Paranaense o Selva Misionera se encuentra en situación crítica: sólo queda un 7% de su superficie original. Mientras que en Paraguay y Brasil ha sido prácticamente destruida, la mayor parte remanente se encuentra en nuestro país, donde ha ido disminuyendo desde una superficie inicial de más de 2 millones de hectáreas hasta tan solo unas 40.000 hectáreas de selvas prístinas y alrededor de 800.000 hectáreas de selvas secundarias en la actualidad.
Los árboles son la fuente de vida indispensable de este planeta, y no sólo hablamos de los ecosistemas de los que forman parte o el simple hecho de que son los “pulmones del mundo”, los árboles son vitales para que el ser humano y otras especies puedan sobrevivir. La vida en este suelo que habitamos comenzó con las primeras formas de vida, cuando las plantas comenzaron a oxigenar el aire y permitieron así la vida tal como la conocemos.
Todos los árboles y especies arboladas, se encargan de tareas indispensables para que haya vida en donde hoy estás parado. Sus funciones son variadas, y van desde transformar el dióxido de carbono en oxígeno, evitar las erosiones de tierra, mitigar las inundaciones por los efectos de las grandes lluvias, hasta de proveer alimentación a la gente gracias a sus sabrosos frutos.
Los árboles son importantes también pues permiten refrescar las viviendas gracias a su sombra en verano, logrando así reducir el consumo de energía eléctrica con aires acondicionados, aparte de esto, también relacionado a esto es interesante saber que los árboles ayudan a reducir la exposición directa de rayos UV-B en aproximadamente un 50 por ciento, esto significa que también cuidan de nuestra salud previniendo enfermedades como el cáncer de piel y otras afecciones.
Los árboles ayudan a sanar más rápido a las personas enfermas, estar rodeados de espacios verdes que incluyen árboles ayudan a que los pacientes puedan sanar más rápido en centros hospitalarios o casas de salud.
Un solo árbol es un complejo ecosistema que mantiene a numerosas especies de invertebrados (insectos, arácnidos), así como vertebrados (aves, reptiles y mamíferos), que encuentran en él su alimento, por medio de las hojas, yemas, brotes o frutos, y refugio. Sobre su corteza crecen hongos, líquenes y plantas parásitas, quienes se nutren de su savia, y epifitas (crecen sobre ellos, pero no les hacen daño), como las lianas, que los utilizan como punto de apoyo para acceder a las alturas donde abunda la luz. Entre las raíces abundan las larvas de los insectos, gusanos que viven en el subsuelo, los ácaros y los roedores.
Motivos suficientes para plantar árboles, cuidar los bosques, el monte nativo y en esta fecha celebrar el reconocimiento a los múltiples servicios que presta el árbol a la vida y a la actividad
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